Viernes, 15 Septiembre 2017 16:43

Familiares de Santiago Maldonado difundieron su lucha en Rosario

Escrito por  Tamara Fernandez Casal
    Familiares de Santiago Maldonado difundieron su lucha en Rosario
    Foto: Rosario3.com

    Rosario volvió a hacer escuchar el reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Fue en el marco de la III Jornada de Derechos Humanos realizada en la Facultad de Psicología de la UNR. Junto a Nora Cortiñas, el hermano y la cuñada del joven desaparecido durante una represión de Gendarmería, hablaron sobre la causa, sus novedades y las falsedades difundidas por algunos medios afines al gobierno nacional.

    La actividad se realizó el 12 de septiembre ante un masivo auditorio, que unido en un respetuoso silencio escuchó cada una de las palabras colmadas de angustia de Sergio y Andrea. Ocupando el SUM y el patio de la Facultad de Psicología, los asistentes acompañaron el reclamo por las irregularidades en la causa que demoran la investigación sobre lo sucedido aquel 1º de agosto en la represión en la Pu Lof de Cushamen, donde las fuerzas de seguridad fueron las últimas en tener contacto con Santiago Maldonado.

    Sin dejar de agradecer a todos los que los difunden y apoyan diariamente el pedido de aparición con vida de su hermano, Sergio Maldonado explicó que cuando los invitaron a participar de la jornada, hace más de un mes, pensaba que la búsqueda se resolvería en poco tiempo. “No entendía mucho, pensaba que era algo pasajero, no imaginaba la dimensión que tomó esto. Pensaba que era una película, que al otro día me iba a despertar y todo iba a estar bien; que era una confusión, que no se lo había llevado nadie, que era un error, que podía estar en una comisaría, en algún escuadrón esperando que se le fueran los golpes para largarlo o dejarlo en algún lugar haciendo creer que estaba perdido”, manifestó.  

    Le costó tiempo empezar a asumir lo que estaba pasando. Según comentó, muchos familiares de víctimas de las fuerzas de seguridad se acercaron para acompañarlo y a partir de eso, sobre todo cuando vio al referente en Derechos Humanos, Vicente Zito Lema en Esquel, con lágrimas en sus ojos, empezó dimensionar que era algo muy grave. “No era solo hacia mi hermano, sino que era un mensaje para todos, de no involucrarse en causas que les molesten al gobierno”, afirmó.

    “Todo el tiempo nos estuvieron atacando con mentiras, diciendo que no era una desaparición forzada, sino que estaba en Entre Ríos, en Mendoza, en Córdoba, Chile, Uruguay. Mirando la historia, se repite el mismo ataque sistemático en los diferentes casos. Siempre aparece un camionero que es el único que lo vio, y la gente replica eso inocentemente en el afán de ayudar y no se da cuenta que fortalece esas ideas, que son hipótesis falsas que intentan confundir”, señaló.

    Además, contó que intentaron oponerlos a la comunidad mapuche, tratando de hacerles creer que Santiago estaba con ellos. Pero se acercaron al lugar y pudieron ver que “no había ninguna mala intención por parte de la comunidad, sino todo lo contrario, se lo había llevado Gendarmería y el gobierno no se hacía cargo de la situación”.

    Intentos por desviar la investigación

    Cada aspecto de esta causa, cumple con los elementos que pueden usarse para explicar qué es una desaparición forzada. Desde no saber nada de la persona tras una represión de las fuerzas de seguridad, hasta que se niegue el hecho y  el entorpecimiento de la investigación, al no incorporar las pruebas necesarias ni dar información al respecto.

    A pesar de existir testigos que dan cuenta de lo sucedido, que explicaron cómo agentes de Gendarmería lo golpearon y luego lo pasaron a una de sus camionetas, los responsables de la investigación continúan mirando para otro lado.
    Si bien desde el primer día se contaba con datos para indagar a Gendarmería, se tuvo que esperar hasta el 24 de agosto para que la fiscal Silvina Ávila reconozca que se trataba de una desaparición forzada de persona, cambiando la carátula de la causa. Eso tampoco fue suficiente para el gobierno nacional que, recién 40 días después de la desaparición, habilitó como una posibilidad que la fuerza estaba implicada.

    “Siguen insistiendo en que a algún gendarme se le puede haber ido la mano. Y siendo que Santiago no está, si se les fue la mano y fue en el lugar, que es la idea que quieren hacer ver ahora, sería un homicidio; pero no lo es porque el cuerpo no está ahí. Deberían de una vez por todas hacerse cargo”, remarcó Sergio en ese sentido.

    Rechazar la ayuda internacional

    El gobierno nacional rechazó como veedora en la causa a la comisión de expertos en Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La intervención fue solicitada por la abogada de la familia de Santiago quince días atrás, ante la necesidad de contar con una investigación seria e imparcial. Fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien informó al representante regional de la ONU que no era necesario incluirlos; ya que “la Justicia está trabajando bien y la investigación está avanzando”.

    La actual línea de investigación, que supone un “avance” para el gobierno, se basa en el accionar violento e indebido de unos pocos gendarmes; que según las últimas noticias, “actuaron solos y separados de su grupo”. También está en la mira uno de los uniformados, quien habría arrojado una piedra en “defensa propia” en dirección al lugar donde se lo vio por última vez al joven, a orillas del río. Ante esto, Sergio resaltó que “no son tres gendarmes sino 137, según lo presentado, y tienen que haber varios más, desde (la ministra de Seguridad, Patricia) Bullrich para abajo, que son los que dan las órdenes”. “No veo que nadie se esté haciendo cargo, todo lo contrario”, cuestionó.

    Que las muestras de ADN de la sangre encontrada en una de las camionetas hayan dado negativas, que se pretenda individualizar la represión al accionar “excesivo” de unos pocos, no significa nada en comparación con el tiempo perdido.

    Según se dio a conocer, antes de los peritajes de los automóviles que participaron en la represión del 1° de agosto, se lavaron las camionetas, se rompieron las fajas de seguridad, sin dejar rastros de lo que pudo haber pasado y además se entregaron libros de los operativos con numeraciones erróneas.

    Luego de la charla, se realizó una conferencia de prensa donde Sergio sostuvo que no pueden confiar en la investigación. Y expresó que “claramente es una desaparición forzada de persona. Necesitar 42 días para reconocer eso es mucho tiempo, ya tendría que haber alguien dando un paso al costado porque nosotros desde el segundo día venimos diciendo que se lo llevó Gendarmería. Se toman 40 días más para asumirlo, mientras nos estuvieron cuestionando y diciendo que mentíamos; que no colaborábamos y que la Gendarmería no tenía nada que ver, que no iban a tirar a ningún gendarme por la ventana y muchas cosas más. Con lo cual, creo que a esta altura ya debería haber sanciones o investigaciones. La ministra de Seguridad es la mayor responsable”.

    Respecto al difícil momento que atraviesa junto a su familia, expresó que tiene “esperanzas de que aparezca con vida. Van 42 días, es mucho el sufrimiento, el dolor; principalmente de mis padres, mi abuela, que lo extrañan todo el tiempo.

    Eso es algo que no puedo manejar, yo puedo salir a la calle, luchar, hablar, resguardarlos a ellos, pero cada día que pasa es más difícil llevarle a Santiago a mis viejos”. Y agregó: “Nosotros nos reímos, lloramos, tenemos bronca, angustia, dolor, nos solidarizamos con otros familiares que han corrido por la misma situación. Por ahí, no lo puedan comprender, porque ustedes, tal vez, se van a dormir, apoyan la cabeza en la almohada, al otro día se levantan y sigue la vida. Nosotros apoyamos la cabeza y no dormimos. Santiago está todo el tiempo presente en mi cabeza y no tengo forma de traerlo conmigo porque la Justicia es muy lenta, mira para otro lado y frente a eso a veces no se puede luchar”.

    A medida que avanzaba en sus palabras, Sergio no dejó de agradecer a quienes los apoyan, los acompañan o los abrazan en la calle, aún sin conocerlos. “El sentir un abrazo es mucho mejor de lo que pueda decir Bullrich sobre no tirar a ningún gendarme por la ventana, como no espero otra cosa de ellos, me quedo con lo bueno de los familiares y de la gente. Es muy fortalecedor para nosotros”, subrayó.

    A seguir en las calles

    Por su parte, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y quien estuvo desde el inicio con la familia de Santiago, pidió “seguir reclamando, ser miles y miles en las calles” para “exigir su aparición con vida, día por día, hasta saturarlos”. “Es un compromiso que tenemos todos y cada uno”, aseguró.
    Asimismo, sostuvo que el mensaje de la desaparición de Santiago fue claro para “hacer un disciplinamiento y limitar la solidaridad con este tipo de causas”. Y consideró “vergonzoso que el juez y la fiscal no lleven adelante su tarea como corresponde”.