Viernes, 15 Septiembre 2017 16:29

Futbol Americano en Rosario

Escrito por  Ignacio Cagliero
    Futbol Americano en Rosario

    Aunque no es un deporte masivo en el país, el fútbol americano tiene su organización y un buen número de adeptos en Rosario. Cuatro equipos compiten en el circuito que abarca casi todo el año. Pablo Catalá, coordinador de la Rosario Football League, explicó que apuntan a la formación de juveniles para “mejorar el nivel de juego” y a un proyecto de fondo: difundir el deporte en la ciudad.

    Desde 2013 funciona la Rosario Football League (RFL), el organismo que regula y coordina el torneo de fútbol americano en la ciudad. La RFL funciona en el Club Social y Deportivo Fábrica de Armas “Domingo Matheu”, y cuenta con cuatro equipos de mayores (Celtas, Espartanos, Orcos y Hienas) y dos juveniles (Apaches y Persas). Este año se está disputando la cuarta temporada desde su conformación y el proyecto de difundir la actividad crece día a día.

    En diálogo con la Brújula de la Semana, programa que se emite por FM Wox, Pablo Catalá explicó los orígenes de este deporte en Rosario: “Antes se jugaba una modalidad Flag Football, que es el fútbol americano con banderines, sin casco, sin hombreras, sin contacto. El tackle se reemplazaba por sacar los banderines, porque no teníamos la posibilidad de tener el equipamiento para jugarlo como entendemos que debe jugarse”, precisó el coordinador general de la liga e integrante del equipo Hienas.  

    La liga rosarina tiene una organización similar a la de Buenos Aires, en la que Catalá participó como jugador desde sus inicios en 2005. Años después, fue “sencillo” traer este deporte: “Copiamos el 80% que creíamos estaba bien, el 20% que había para mejorar lo adaptamos”, indicó.

    Además, señaló que la liga comenzó con tres equipos, en 2015 se sumó uno más y desde el año pasado se incorporaron dos equipos de juveniles, que es donde “más atención” quieren prestar para la formación de jugadores y el crecimiento del deporte.

    Fútbol americano y rugby

    La comparación rápida que surge para analizar el fútbol americano, y que en nuestro país tiene una fuerte presencia, es la del rugby. Catalá aceptó la comparación pero destacó dos diferencias. En primer lugar, en el fútbol americano el contacto es de manera inesperada, puede provenir de distintos lados; mientras que en el rugby uno “tiende a ver venir el golpe, lo está esperando”. La otra diferencia es la intensidad del contacto: “En el rugby el contacto siempre es uno contra uno, el que está esperando versus el que tacklea. En el fútbol americano hay once tipos haciendo contacto todo el tiempo”, detalló.

    Uno de los principales inconvenientes a la hora de pensar en el fútbol americano es el tema del equipamiento. No sólo por la cantidad de accesorios necesarios para brindar la protección adecuada, sino también porque en Argentina es muy difícil conseguirlos.

    Al respecto, comentó que al principio con algunos elementos que tenían, más donaciones de la liga de Buenos Aires, pudieron conseguir lo mínimo para arrancar. “Después, cuando estábamos ya más armados en 2015, hemos hecho un pedido de diez shoulders (hombreras), y así cada vez vamos trayendo más”, relató. Y agregó que “es un tema complejo”, no sólo desde el punto de vista del equipamiento sino también para empezar a jugar.

    Aprendiendo el juego

    “Es un juego de ajedrez”, deslizó Catalá, haciendo referencia a la complejidad táctica del fútbol americano. Es por ello que cada año, antes de arrancar la temporada, la RFL organiza un campamento durante ocho sábados (de marzo a mayo) donde se trabaja con los jugadores que recién empiezan en la parte física, teórica, táctica y técnica. “Tenemos jugadores que antes han jugado al rugby, al básquet, o que no han hecho un deporte en su vida; entonces nosotros arrancamos de cero para todos”, remarcó.

    El campamento actúa como un curso intensivo para los adultos que recién empiezan, en cambio con los juveniles –incorporados desde 2016 – el proceso es distinto. “A los juveniles vos los formás durante dos, tres, cuatro años, hasta que pasan a mayores; y ahí ya pasan formados”, explicó. Por eso, esperan una “mejora en el nivel de juego” el año que viene, cuando suba la primera camada de jugadores iniciados desde las juveniles.

    Las categorías juveniles van desde los 14 a los 18 años, y las mayores son a partir de los 21. Los que quedan en el medio, son “juzgados” por los técnicos y los coordinadores de la liga según aptitudes, habilidades y experiencias: “Un chico que comienza a los 14, quizás a los 18 ya está preparado para subir. Un chico que comienza a los 18 quizás lo dejamos uno o dos años en juveniles antes de subirlo, eso lo manejamos nosotros”, aclaró.

    Calendario  de la temporada

    Finalizado el campamento de aprendizaje, comienza una semana de pretemporada en la cual los equipos calientan motores e incorporan a los jugadores de la etapa preparatoria. Luego comienza la liga: allí, cuatro equipos juegan nueve partidos (tres rondas todos contra todos). Son 18 semanas de juego, donde los dos mejores posicionados se disputan el “Tazón de la Bandera 6”, la final que este año tiene fecha para el 21 de octubre.

    En paralelo, este año y por primera vez, se juega el torneo de juveniles donde Apache versus Persas (únicos dos equipos) disputarán cuatro partidos.
    Terminadas las finales, inicia el calendario interprovincial donde Rosario compite contra Córdoba y Buenos Aires. Tanto en 2015 como 2016, el trofeo quedó en manos del seleccionado rosarino, conformado por los mejores jugadores de los cuatro equipos pertenecientes a la RFL. Este año se repite pero con las localías invertidas al año pasado (Buenos Aires de local y Córdoba de visitante).

    Para participar

    Por último, Catalá enfatizó que cualquiera puede practicar fútbol americano: “La característica que tiene este deporte es que todos los físicos tienen lugar”. La invitación está abierta para quienes quieran practicar el deporte y para los interesados en dirigir, ya que durante el campamento se abre también una escuela de árbitros. “Tenemos una plantilla bastante numerosa de árbitros, pero nunca está de más sumar”, resaltó.
    La dirección táctica y técnica (el coach) queda a cargo de los jugadores más experimentados. “Al ser una liga joven, todos los coaches son capitanes jugadores…Todavía”, remató.
    La entrevista completa en La Brújula de la Semana.

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